Esta publicación viene a aclarar la serie de procesos que se dan cuando aplicamos la acupuntura, y lo vamos a ver desde dos perspectivas, la occidental primero y la oriental después:
Desde la perspectiva neuroquímica, la puntura y estimulación de las agujas de acupuntura pone en marcha una cadena secuencial de acontecimientos:
Desencadenamiento de una reacción local a nivel cutáneo con aparición de micro corrientes eléctricas inducidas por la manipulación de una aguja metálica en un lecho acuoso y con iones.
Interacción entre la aguja y el tejido conectivo periférico que conduce a la liberación local de factores de crecimiento, citoquinas, enzimas, etc., responsables de la activación de las vías de transmisión intercelulares.
Aparición de reflejos autonómicos que mejoran la circulación sanguínea y producen una relajación muscular local.
Aparición de mecanismos nerviosos tanto a nivel segmentario como no segmentario, de actividad neuroendocrina mediada por el S.N.C y activación tanto nociceptiva como de las motoneuronas.
Acción sobre la circulación linfática y la coagulación sanguínea (fundamentalmente del factor XII que además de su acción coagulante activa la llegada de células inmunitarias al lugar de la punción)
Respuestas inmunes locales mediadas por la activación de los mastocitos y la liberación de histamina y leucotrienos.
Desde el punto de vista energético, en la medicina china los puntos de acupuntura son lugares en los que el qi y la sangre se ven influenciados o modificados para regular las actividades funcionales del cuerpo, por lo tanto no solo alivian el dolor sino que tambien ayudan a regular y armonizar las funciones de los órganos internos y el sistema muculoesqueletico, restablecer el libre flujo del qi y la sangre y llevar energía reparadora hacia la zona el foco de lesión
(fuente de información: Acupuntura en el dolor de Carlos Nogueira)
